Debería seguir escribiendo sobre París, pero voy a hacer un inciso para volar a Amsterdam.
Es una ciudad que nunca me había llamado la atención, siempre que aparece algún reportaje sobre Holanda no hablan más que de canales, molinos y de tulipanes. Pero he estado hace una semana y he cambiado de opinión. Amsterdam es una ciudad muy recomendable. Quizás no tenga tantas atracciones como París, Londres o Madrid; ni sea tan resultona como Barcelona, pero es una de las pocas capitales europeas que ofrece tranquilidad y gran calidad de vida a sus habitantes. En Amsterdam es prioritario el bienestar social y el respeto al medio ambiente. En ningún otro sitio se ven tantos coches eléctricos. También es cierto que a sus ciudadanos no les queda opción que prescindir del automóvil, hay muy pocos lugares para aparcar y poseer un vehículo resulta muy oneroso. Casi todo el mundo se desplaza en bicicleta o gracias a un transporte público eficaz.
La ciudad ha sido construida en un lugar muy complicado, en una zona pantanosa donde el terreno es muy inestable. Por eso se ven bastantes casas que están inclinadas. Se diría que se van a desplomar en cualquier momento. Pero si te fijas verás que muchas tienen unos remaches en la fachada donde terminan unas estructuras que sujetan el edificio.
Fue fundada en el siglo XIII por pescadores. Su nombre viene de una presa (dam) que sus primeros pobladores construyeron en el río Amstel.
Los pescadores se convirtieron en comerciantes y gracias a ellos la ciudad vivió su Edad de Oro durante los siglos XVII y XVII. En esa época Amsterdam fue el principal mercado del mundo y el centro financiero de Europa. Los comerciantes financiaron expediciones a todos los rincones del mundo, Holanda tuvo una marina que rivalizaba con otras flotas poderosas, como la británica o la española. Los holandeses se extendieron por África y por Asia y dominaron el comercio internacional.
Holanda es un país muy pragmático. Cuando a finales del siglo XV los reinos de España y de Portugal expulsaron a los judíos, Holanda los recibió con los brazos abiertos. La mayoría eran acomodados comerciantes que contribuyeron a la prosperidad del país de acogida. En cambio, los holandeses rechazaron a los judíos ashkenazi provenientes del centro y del este de Europa. ¿Por qué esta discriminación? Porque a diferencia de sus correligionarios portugueses y españoles eran pobres y llegaban a Holanda con lo puesto.
Recomendación nº 1: contratar nada más llegar una visita guiada en bicicleta. Así te harás una idea general por la ciudad. Un sitio muy recomendable es la empresa Amsterdam Velo que la dirige un francés.
Hacen visitas guiadas en inglés y en francés. Los galos suelen tener muchas inquietudes culturales y nadie mejor que ellos para contarte muchas cosas interesantes sobre la historia de la ciudad. Por si eso fuera poco, al finalizar, te dan una guía muy variada de restaurantes y de lugares de interés.
Recomendación nº 2: patear las calles y/o alquilar una bici. Es como mejor se llega a conocer una ciudad.
Recomendación nº 3: visitar el Rijksmuseum o Museo Nacional. Se trata de una de las mejores pinacotecas de Europa con millones de obras de arte. Para admirar las obras de Rembradt, J. Vermeer, Hals y de otros grandes artistas. Tómatelo con calma, en dosis adecuadas, para no acabar borracho de tanto cuadro. Una cosa muy graciosa es que la mayoría de la gente que visita los museos, sobre todo milennials, en vez de disfrutar de la pintura se colocan de espaldas al cuadro famoso, sacan el teléfono móvil, esbozan su mejor sonrisa, se hacen selfies delante de los cuadros y las suben a sus perfiles de las redes sociales. No cabe duda de que el homo sapiens cada vez es menos sapiens y más stultus.
Recomendación nº 4: Si eres amante del Arte tampoco te puedes perder el Museo Van Gogh. No sólo disfrutarás de la pintura de Van Gogh, además conocerás su biografía, sus comienzos como pintor y su vida atormentada.
Recomendación nº 5: para los que aún tengan más hambre de arte, al lado hay un pequeño museo llamado Moco Museum. Es muy simpático y agradable de visitar y exhibe obras de pintura contemporánea y underground. La estrella es el famoso grafitero británico Banksy que comenzó haciendo streetart y ahora sus principales obras urbanas están en este museo, como por ejemplo Girl with Balloon. Sus dibujos son impactantes con mensajes anticapitalistas y humorísticos. Prepárate para ingerir ingentes dosis de buenismo utópico. Lo más irónico de Banksy es que después de terminar empalagado con las maldades del capitalismo, al salir del museo te espera una tienda repleta de bansky-merchandising en forma de todo tipo de gadgets: camisetas, gorras, bolígrafos, fundas para iPhones, etc; adornadas con los bocetos de Banksy. También hay obras de Icy&Sot, dos artistas y hermanos iraníes que con su arte urbano luchan contra las fronteras, la guerra y la violencia. Escaparon de la dictadura de los ayatollahs y actualmente residen en Brooklyn (EEUU) donde también se encuentran muy a disgusto viviendo en la espantosa «tiranía» americana.
Recomendación nº 6: Si te apetece, te puedes fumar un porro en cualquiera de los numersosos coffeeshops de la ciudad. Tienen una gran variedad de marihuana. Si nunca has fumado y deseas probarla acércate a uno que esté bien valorado en Tripadvisor o en Google Maps. Los empleados suelen ser muy atentos y te aconsejarán como empezar. Para los no fumadores no son aconsejables los porros porque todos llevan algo de tabaco. En ese caso la mejor opción es que te preparen la marihuana en un calentador para fumarla en un globo y así evitarás inhalar tabaco. También tienen dulces con marihuana.
Hay muchas más actividades que hacer en Amsterdam y numerosos lugares curiosos como el Bloemenmarkt o Mercado de Flores o el famosl Barrio Rojo donde las chicas se exponen en escaparates iluminados de rojo. Tiene sus orígenes en las mujeres de los marineros que esperaban de noche a que sus maridos regresaran a tierra. Encendían una luz roja para guiarles. Ahora es uno de los barrios más turísticos de Amsterdam, multitud de turistas llenan sus calles. Ni se te ocurra hacer fotos a las chicas, está estrictamente prohibido y te meterás en un buen lío. Por otra parte es uno de los barrios más seguros de la ciudad, hay muchos policías camuflados.
Otro distrito que merece la pena visitar es el Jordaan, una zona tranquila para pasear y donde se pueden encontrar pequeños restaurantes con encanto.
También puedes coger un ferry gratuito de la compañía pública de transportes (GVB) muy cerca de la Estación Central para acceder a una zona industrial llamada NDSM-werf donde, en un lugar desangelado y underground, hay algunos restaurantes alternativos como el Pilek.
En resumen, Ámsterdam es una ciudad perfecta para pasar unos días. No lo dejes para el año que viene 😉
P.D.: Mi agradecimiento a la Dra. Beatriz Giménez por sus indicaciones y consejos sobre Amsterdam 🙏
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