La Coruña es una ciudad deliciosa. Está situada en un lugar privilegiado en el noroeste de la Península Ibérica y es la capital de las Rías Altas. También es una mini-península y posee un istmo que la une a tierra firme. Se trata de una de esas bellas ciudades como San Sebastián, Río de Janeiro, Vigo o Santander, que tienen en el mismo centro urbano unas magníficas playas. Coruña posee dos, la de Riazor y la del Orzán.
Hay muchas teorías sobre el origen del nombre de La Coruña, unas dicen que viene del latín Ecrunia, otras que tiene raíces celtas Cruinne e incluso hay autores que sostienen que el origen de este topónimo es fenicio. Da igual, puedes emplear el nombre que más te guste, La Coruña en castellano, A Coruña en gallego o como dicen los coruñeses de toda la vida, Coruña a secas.
Torre de Hércules
Faro romano
La Torre de Hércules es uno de los símbolos más conocidos de La Coruña. Comenzó siendo un faro romano.
A mediados del siglo I d.C., el emperador romano Claudio emprendió la conquista de la isla de Britannia, actual Gran Bretaña. Los romanos necesitaban abastecer a las tropas por vía atlántica y también que un faro guiara la navegación justo donde se produce la inflexión del tráfico marítimo hacia aquellos territorios (hoy en día sigue siendo una de las zonas de Europa con mayor tráfico marítimo), por eso levantaron la torre brigantina. Se han encontrado numerosos restos arqueológicos bajo la plataforma de la torre, como sigillatas, lucernas y vasos de “paredes finas” de la segunda mitad del siglo I d.C. Pero como los trabajos de construcción debieron ser muy lentos y quizás tardasen años o incluso décadas en finalizarlos, eso puede explicar la aparición de numerosos fragmentos de bronce dorado de una supuesta estatua conmemorativa. Si esta hubiera sido erigida en honor al emperador Domiciano (81-96 d.C.) al remate de las obras, se comprendería que todos esos añicos aparecieran esparcidos por el entorno de la torre: contra él se decretó una damnatio memoriae (censura de su memoria), lo que obligaba a la destrucción de las imágenes y al repicado del nombre del sancionado en las inscripciones.
El resto de los materiales arqueológicos, sigillatas, cerámica común, fusayolas, monedas, acus crinalis documentan que la actividad en el entorno de la torre perduró hasta los siglos V-VI d.C.
Fortaleza medieval
En el siglo X el Faro Brigancio era una fortaleza de vigilancia costera y se llamaba Castillo o Castro de Faro. Hasta 1126 estuvo custodiado por caballeros dependientes del obispo Gelmírez cuando fue adquirido por el rey Alfonso VIII. Se han encontrado numerosos restos arqueológicos de los siglos XI y XIII: monedas piezas de cerámica. puntas de lanzas de hierro, espuelas y herraduras.
En la época moderna (s. XVI-XVIII), la torre, entonces conocida como el Castillo Viejo, estaba rodeada por un foso y un parapeto de tierra, donde marineros y jubilados de la marina ejercían cometidos de vigilancia marítima.
Museo Arqueológico | Castillo de San Antón
El lugar donde se encuentra el castillo fue en su día una isla muy cercana a la ciudad que la documentación denomina La Peña Grande de San Antón. Debe su nombre a la capilla dedicada a este santo que, desde el final de la Edad Media, se conservó hasta el siglo XVIII. Al parecer formó parte de un lazareto donde estaban aislados los enfermos de ergotismo gangrenoso, un mal provocado por la ingesta de alimentos contaminados que afectó especialmente a los marineros. Es una intoxicación producida por el cornezuelo de centeno (hongo parásito de este cereal), que se manifiesta por trastornos nerviosos y psíquicos y por trastornos vasculares.
En el siglo XVI el lazareto ya había desaparecido, sobreviviendo tan sólo la capilla, en cuyas inmediaciones se celebró una misa de campaña para los integrantes de la Armada Invencible que recaló en el puerto en 1588.
Naufragio de la “II Armada Invencible” 28/10/1596, Fisnisterre (La Coruña)
Todo el mundo sabe que la Armada Invencible fracasó en su empeño con terminar con el reinado de Isabel I de Inglaterra. Pero casi nadie sabe que Felipe II no dio su brazo a torcer y organizó en 1596 una segunda Armada de 170 buques que se disponían a emprender rumbo a las islas británicas con la intención de compensar el fracaso sufrido ocho años antes por la Armada Invencible .
La conocida como II Armada Invencible, dirigida por Martín Padilla, se encontraba en las costas coruñesas de Finisterre, cuando la noche del 28 al 29 de octubre de 1596, fue sorprendida por un fuerte temporal causando el hundimiento de alrededor de 30 embarcaciones y la desaparición de aproximadamente 1.700 personas.
Este episodio, menos conocido que el de la Armada Invencible, ha pasado a la historia como el mayor naufragio registrado en toda la costa de Galicia.
En el Castillo de San Antón se pueden admirar numerosos objetos procedentes del naufragio de la segunda Armada (monedas, cañones, anclas…).
Breve apunte histórico
Armada Invencible es un término de origen inglés, referido a la Empresa de Inglaterra de 1588 proyectada por el rey español Felipe II para destronar a Isabel I de Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604.
Felipe II organizó una flota que llamó Grande y Felicísima Armada cuya misión era facilitar el traslado desde Flandes a los Tercios españoles, que serían los encargados de invadir la isla británica. Esta invasión no pretendía la anexión de las islas británicas al Imperio español sino la expulsión de Isabel I del trono inglés, pues Felipe estaba hasta las narices de Isabel de Inglaterra. Se había cansado de que los piratas ingleses atacaran buques españoles y que ayudaran a los insurgentes de los Países Bajos.
Su almirante era Alonso Pérez de Guzmán, partieron de España 127 barcos. de los cuales 122 penetraron en el Canal de la Mancha.
Hay que señalar que Felipe II de España e Isabel I de Inglaterra eran cuñados. Felipe se había casado con la hermanastra de Isabel, la reina inglesa María Tudor.
No siempre hubo esta mala relación entre ambos monarcas. Se habían conocido muy jóvenes, durante la boda de Felipe con la hermana de Isabel. En aquel entonces Felipe tenía 26 años e Isabel 20, en cambio su hermana era 11 años mayor que él. Además María tenía una naturaleza enfermiza, muy mala leche, era fea como un demonio y para más inri era celosa a más no poder. En cambio Isabel, aunque no era una top-model, era mucho más riquiña que su hermanastra. Incluso en la corte se rumoreaba que Felipe por quien de verdad sentía amor era por Isabel y no por su esposa.
Felipe ansiaba tener el heredero que María no le daba y María, cada vez más histérica, simulaba embarazos que duraban horas. Mientras tanto, Isabel se frotaba las manos, ya que si el hijo no venía ella heredaría el trono de Inglaterra a la muerte de su hermana. María falleció en noviembre de 1558 e Isabel se salió con la suya y consiguió ser la poderosa Reina Virgen de Inglaterra. Felipe dejó de ser príncipe consorte y no volvió nunca más a la “Pérfida Albión”.
A partir de ahí, las relaciones de Felipe II con su cuñada fueron de mal en peor. La nueva reina de Inglaterra promovió el anglicanismo cismático creado por su padre Enrique VIII y se enfrentó a Roma que amenazó en numerosas ocasiones a la soberana inglesa con la excomunión que finalmente fue decretada en 1570 por Pío V.
A pesar de todo, Felipe II se mantuvo al margen de todos estos litigios entre la reina inglesa y el Vaticano. Los primeros enfrentamientos políticos y religiosos entre Felipe e Isabel ocurrieron por la aparición de un tercer protagonista en la escena, María Estuardo que, después de haber sido desterrada de Escocia, se había refugiado en la corte de su prima Isabel de Inglaterra. María era más joven que Isabel y podía heredar la Corona de Inglaterra pero tenía un inconveniente, era católica. Los partidarios del papado y la curia romana pensaron que María podía ser el agente adecuado para preparar una conjura contra Isabel y así conseguir la vuelta de Inglaterra al catolicismo. Este complot fue organizado en Roma, no en España. Isabel lo hizo fracasar y encarceló a María Estuardo. Como también estaba involucrado el embajador español, Felipe II fue acusado de estar implicado en esta confabulación y las relaciones diplomáticas entre Inglaterra y España quedaron destrozadas.
La tirantez entre los dos reinos fue en aumento debido a que los piratas Drake y Hawkins, respaldados por Isabel I, se dedicaron a saquear los barcos españoles que regresaban de América. La economía española se vio perjudicada pues las incursiones de los piratas cada vez eran más frecuentes tanto en el Atlántico como en los puertos continentales. Cádiz, Vigo y Cartagena de Indias sufrieron muchos ataques.
En 1578 Felipe II tenía preparado un plan para dar un escarmiento a su jodida cuñada, estaba decidido a atacar Inglaterra y había preparado una gran flota, lo que él denominaba Empresa de Inglaterra. La gota que colmó el vaso fue la condena a muerte y la posterior decapitación de María Estuardo. Felipe II convenció al papa Sixto V y envió una numerosa flota de barcos que fracasó, según la versión anglosajona, porque fue derrotada en combate. Pero hoy se sabe que la mayor parte de los naufragios se debieron a las malas condiciones meteorológicas, y que tres cuartas partes de las naves (87 barcos) regresaron a salvo a puertos españoles.
Me encantan estos museos provinciales como el de La Coruña o el de Pontevedra. Son fáciles y divertidos de visitar, se pueden encontrar objetos muy interesantes como armas antiguas, monedas españolas, portuguesas y americanas de los siglos XV y XVI. También joyas como la talla policromada del siglo XII de la Virgen con el Niño procedente de Vilatuxe (Lalín | Pontevedra). O un esqueleto romano de principios del milenio perfectamente conservado.
Saliendo hacia la Costa da Morte
Se trata de un lugar que no puedes perderte, A Costa da Morte. Su nombre provoca escalofríos pero te va a impresionar por su belleza natural. Se trata de una denominación reciente, de no más allá del siglo XIX. El motivo parece ser que está en el incremento de la navegación marítima, además hay muchos escollos y acantilados y también por la falta de señalización de la costa. Todo eso hizo que se multiplicasen los naufragios
Hay fuentes que relatan que hace siglos, en las épocas de miseria, los habitantes de la costa atraían a los barcos con falsas señales para provocar naufragios y obtener el botín de los barcos naufragados.
En 1927 por culpa de una espesa niebla, encalló cerca de Camelle un vapor francés llamado el Nil. El buque llevaba de todo: automóviles, telas, bebidas, alimentos, etc. Un auténtico hipermercado flotante. El capitán fue incapaz de impedir el saqueo y muchos vecinos se llevaron hasta los botes de leche condensada que confundieron con pintura, pintaron sus casas y atrajeron una plaga de moscas que asoló el pueblo.
Debido a la frecuencia de accidentes en el mar, la prensa empezó a referirse a esa zona como Costa da Morte. Además muchos escritores como Eduardo Pondal, Manuel Linares Rivas o José Mas contribuyeron a popularizar este nombre en sus versos y novelas.
Hay otras teorías sobre esta denominación. Para algunos autores el origen tiene que ver con la situación de Fisterra ( Finis terrae) punto considerado en el Mundo Antiguo como el final del mundo conocido. Era, simbólicamente la última tierra con vida antes de entrar en el reino de la muerte.
Lo que sí que está de muerte es la deliciosa gastronomía de la zona, como no puede ser de otro modo en Galicia. Me pilló la hora de comer en Camariñas y repuse fuerzas en el restaurante A Marina con unas deliciosas zamburiñas, lubina a la plancha y como postre filloas caseras. El dueño, muy amable, me hizo un croquis con algunos lugares interesantes para visitar como el Faro Vilán y el Cementerio de los Ingleses.
Cementerio de los Ingleses
En este solitario y hermoso lugar yacen los restos de más de 100 marineros ingleses que viajaban en el buque de guerra inglés H.M.S. Serpent. En la noche del 10 de noviembre de 1890 el barco se estrelló contra la Punta do Boi, cerca de Camariñas. Se trataba de un crucero torpedero de la clase Archer de la Royal Navy. Había zarpado de Plymouth con destino a la West Africa Station y prestar servicio en las bases navales del cabo de Buena Esperanza y en las islas de Madeira y Acra (Sierra Leona). Llevaba a bordo 176 hombres y a su mando estaba el Comandante Harry Leith Ross.
El lugar del enterramiento
Desde el 10. de noviembre hasta la Navidad de 1890, los cuerpos de las víctimas fueron expulsados por turnos. Escupidos por el mar aparecían en un estado lamentable. Se registraron 142 víctimas en el libro de defunciones del juzgado municipal, y se enterraron en el actualmente conocido como Cementerio de los Ingleses. Los restantes 31 hombres jamás aparecieron. Sólo hubo 3 supervivientes de la tripulación del HMS Serpent.
En el mismo lugar, en la Punta Boi, otro mes de noviembre de otro año, se hundió otro buque, el Iris Hull y las 28 víctimas de entonces fueron enterradas en el mismo cementerio.
El cementerio de la Memoria
En el aposento interior fueron enterrados el comandante y los oficiales. Siempre hay flores depositadas por las familias de la zona que recuerdan a los marineros desaparecidos en las aguas del Atlántico.
El almirantazgo británico, como agradecimiento por la ayuda prestada en el enterramiento y el auxilio de los tres supervivientes, regaló al pueblo de Camariñas un barómetro que actualmente permanece en el puerto. El alcalde fue recompensado con un reloj y el cura de Xaviña con una escopeta por su afición a la caza.
Costa da Morte, una tierra de castillos y de leyendas
En la Costa de la Muerte también se alzan castillos de dos épocas muy diferenciadas. Unos son de la época medieval y se hallaban vinculados a las familias nobles que dominaban estas tierras. Uno de los castillos medievales mejor conservados es el Castelo de Vimianzo.
Los primeros dueños de la fortaleza fueron los Mariño de Lobeira cuya estirpe tenía un origen legendario que decía que descendían de una sirena. Torrente Ballester reflejó esta leyenda en “El cuento de la Sirena”.
Otra leyenda vinculada al mar es la “Leyenda de la Buserana”. Buserán era un tovador que llegó un día a las puertas del castillo y enamoró a la hija del señor feudal. A éste no le gustó nada que su hija se enamorase de un trovador y ordenó que lo asesinaran y lo echaran al fondo del mar. La hija quedó destrozada por la desaparición y todos los días salía a dar paseos por la costa donde a veces escuchaba la música de su amado. Hasta que un día, cabalgando por la cresta de una loma apareció Buserán para llevarla con él al fondo de una gruta marina.
Otros castillos son del siglo XVIII y fueron construidos para defender la costa. Se construyeron bajo el reinado de Carlos III, cuando el Atlántico era el gran protagonista de la política internacional.
Muxía, otro lugar que no te puedes perder
Hacía tiempo que no visitaba Muxía, un pueblo de pescadores situado en un entorno natural precioso. La última vez que había estado allí fue mientras estudiaba en la universidad, con los amigos, todos metidos en una tienda de campaña.
No ha cambiado demasiado, se mantiene tranquilo pero ahora las infraestructuras son excelentes. Tiene una buena carretera de acceso, un paseo bonito marítimo y en estas fechas apenas hay turistas. A lo sumo algunos peregrinos que han completado el Camino de Santiago y se desplazan a lugares como Muxía o Fisterra para rematarlo.
La playa Da Cruz, situada a la entrada del pueblo, en donde en numerosas ocasiones nos reuníamos los amigos, me pareció más pequeña pero seguía manteniendo intacta su belleza.
Praia da Cruz Muxía
Comí un delicioso pulpo a la brasa acompañado de albariño en la terraza del restaurante D’Alvaro, y me dirigí a hacia A Punta da Barca donde se encuentra una iglesia granítica perfectamente mimetizado con el entorno, el Santuario de Nosa Señora da Barca.
Santuario de A Barca
Es un lugar mágico y espiritual, el último hito del camino después de completar la peregrinación jacobea. Según la tradición, la Virgen María arribó allí en una barca de piedra para dar ánimos a Santiago. Sin quitarle mérito al patrón de España y de Galicia, Santiago debía ser un tanto depresivo porque la Virgen tuvo que animarle varias veces durante su periplo por la Península Ibérica (como en Zaragoza subida a una columna, de ahí el famoso Pilar). Los habitantes de la Celtiberia debían ser tan jodidos en aquellos tiempos como ahora…
A su alrededor hay una serie de piedras “mágicas”, con cualidades terapéuticas y adivinatorias cuyos orígenes tienen lugar en los tiempos de antes del Cristianismo. Allí se realizaban cultos paganos.
Pedra dos Cadrís
A Pedra de Abalar, que se balancea y fue considerada como una herramienta adivinatoria para probar la inocencia o culpabilidad de las personas. Hay muchas leyendas, cuentan que durante la guerra entre Castilla y Portugal no abaló durante siete años. Y en una ocasión en que unos ladrones intentaron robar en el Santuario da Barca, la piedra comenzó a abalar de un modo tan brutal que los vecinos se despertaron y los ladrones huyeron despavoridos. Hoy la piedra se encuentra rota y desplazada de su lugar por culpa de un terrible temporal.
A Pedra dos Cadrís, traducido al castellano se trata de La Piedra de los riñones. Representa a la vela de la barca en la que se desplazó la Virgen. Tiene forma de riñón y se le atribuyen propiedades terapéuticas para los males de espalda, el reuma, etc. Si padecieras alguna de estas dolencias sólo tienes que pasar 9 veces por debajo de la piedra para curarte.
Hay alguna piedra mágica más como A Pedra do Timón o la de A Furna dos Namorados donde las parejas se juran amor eterno ❤️
Alrededor de Muxía hay un paraíso natural con paisajes muy hermosos repletos de playas y acantilados.
Y por último, esa zona es también un paraíso para los gourmets donde podrán disfrutar de buenos percebes, pulpo, empanada y pescado de primerísima calidad.
No lo pienses dos veces y date una vuelta por Coruña y su maravillosa provincia. ¡Hasta el próximo post!!!
Ganas de volver a esa zona después de haber visto esta entrada