Yo apenas tenía referencias de Bolivia hasta que Micky Teixidó me propuso acompañarle a finales de agosto de 2015. Sus antiguos compañeros de la universidad habían organizado un congreso en el que representamos a la Universidad Internacional de Cataluña.
Llegamos a La Paz de noche, después de un largo pero ameno viaje en el que tuve que atender a un pasajero que se encontraba postrado en su asiento con fiebre muy alta. Fue evacuado al hacer escala en Bogotá.
Nada más bajar del avión nos esperaba el mejor anfitrión, Javier Wilde, bien pertrechado de oxígeno para evitarnos el mal de montaña. El aeropuerto de La Paz se encuentra a 4.061 metros sobre el nivel del mar y todos los forasteros necesitan adaptarse a la falta de oxígeno.
No hay palabras para agradecer la hospitalidad con la que fuimos recibidos por los amigos bolivianos. Aún a riesgo de dejarme algún nombre en el tintero nunca olvidaré a Javier, Carolina, Foster, Tammy, Gaby, Miriam, Gabriela, Evelyn, Elmer, Jordi, Fabricio, Lilian y a los amigos de La Paz que nos recibieron con tanto cariño.También conocimos a unos excelentes profesionales provenientes de Perú, Uruguay, EEUU, Japón y China.
La etimología del nombre de Bolivia viene de tres pueblos indígenas: el quechua, el aimara y el guaraní. Oficialmente se llama Estado Plurinacional de Bolivia, lo que da una idea de la gran variedad de etnias y culturas que conviven en el país. Además, es uno de los países con mayor biodiversidad del planeta.
Geográficamente posee zonas muy diferentes como los Andes, el Altiplano o las selvas de la Amazonía.
No tiene salida al mar porque a consecuencia de la guerra del Pacífico que libró contra Chile (1879-1883) perdió su salida al mar por Antofagasta. Pero en cambio, tiene el lago navegable más alto del mundo a 3812 m de altitud, el lago Titicaca, que comparte con Perú. Un auténtico mar interior situado en el corazón de la cordillera de los Andes.
La capital es La Paz y se encuentra en el oeste del país, a casi 70 km del lago Titicaca. Fue fundada en el siglo XVI por Alonso de Mendoza para que sirviera de lugar de asueto a los viajeros que se trasladaban desde Potosí hasta Cuzco. La ciudad está en el valle del río Choqueyapu y como se desparrama por las laderas colindantes, tiene forma de embudo.
Es una ciudad asombrosa. La primera vez que la ves te parece increíble. Que una gran urbe se pueda encontrar situada en un lugar de alta montaña, a 3650 m sobre el nivel del mar es surrealista. Está rodeada de unas cimas gigantescas entre las que destaca el imponente Illimani (6462 m) que está coronado de nieves perpetuas. Es una de las ciudades más elevadas del mundo. Se da la paradoja de que, al contrario del resto de las ciudades, la gente más desfavorecida vive en las zonas más altas. Por suerte, la ciudad cuenta con un servicio de transporte público muy eficiente formado por varias líneas de teleféricos, que facilitan el desplazamiento diario de miles de ciudadanos. Si alguna vez visitas La Paz te recomiendo que lo pruebes porque disfrutarás de unas vistas espectaculares. El teleférico más alto, más largo y más limpio del mundo no se encuentra en Suiza sino en La Paz.
Nuestros anfitriones nos mostraron el centro de La Paz donde destacan la Basílica de San Francisco, el Museo Nacional de Arqueología y un barrio muy peculiar, el Mercado de las Brujas.
El Mercado de las Brujas es un lugar impresionante, está lleno de tiendas donde venden todo tipo de objetos mágicos, sortilegios y remedios artesanales de la medicina aimara. Lo que más me llamó la atención son los fetos de llama momificados que son muy apreciados por los aimaras. Cuando inician un negocio o construyen una casa entierran uno de esos fetos bajo el dintel de la puerta, como ofrenda a la Pachamama para atraer a la buena suerte.
Muy cerca de La Paz se encuentra el Valle de la Luna. Es una zona que ha sufrido una gran erosión por lo que presenta una morfología muy particular. Fue bautizado así por el primer hombre que puso un pie sobre la Luna, el astronauta Neil Armstrong, que se encontraba en La Paz jugando al golf en el año 1969. Neil se fijó en esta montaña y comentó que le recordaba al paisaje lunar. En realidad se trata de un erial repleto de estalagmitas.
Otro de los lugares que visitamos fue el sitio arqueológico de Tiahuanaco o Tiwanaku. Nos llevó un experimentado chófer aimara que se llamaba Zacarías. Dudo que con Fernando Alonso hubiéramos llegado antes. Tiwanaku fue la capital de una cultura pre-incaica, la civilización Tiahuanaca, que se extendió no sólo por Bolivia sino también por Perú, Chile y Argentina. Su arquitectura es muy peculiar y se pueden visitar varias estructuras formadas por pirámides, puertas, esculturas y monolitos como el Monolito Fraile, una escultura que representa un personaje erguido. En la fotografía verás que lleva un cinturón con cangrejos, por eso se le llama también el “dios del agua”. Los más importantes son la Pirámide de Akapana, el templo de Pumapunku, Kalasasaya, el Templete Semisubterráneo, Kerikala, Putuni, la hermosa Puerta del Sol que es una escultura monolítica realizada en piedra y la Puerta de la Luna, que también es monolítica y tiene motivos zoomorfos.
En la próxima entrada mostraré fotos de Copacabana, lago Titicaca, Isla del Sol y del Salar de Uyuni.
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